EN EL DÍA DE SAN VALENTÍN

DÍA DE SAN VALENTÍN

Quisiera, ya puesto, dejar constancia en este escrito de mi rechazo a las fiestas, digamos...establecidas, por razones de tipo comercial o económico.

Sin embargo tal día como hoy he tenido la casi necesidad de participar en lo que se ha dado en llamar el día de los enamorados y con tal motivo he querido escribir a mi mujer la siguiente carta de amor:

¿Quién ha dicho que a los 70 años, nadie escribe cartas de amor...?
Es cierto, que empieza uno a ser mayor cuando pierde interés por las cosas.

Sin embargo, “siempre nos queda Paris...”.

Acudiré a Vivaldi para que con una de sus sinfonías, haga nacer un ramo de violetas para ti...

Recurriré a San Juan de la Cruz, entraré en su celda, miraré en uno de los cajones de su mísera mesa, allí entre innumerables papeles arrugados, sin interés, buscaré luz para esta carta de amor.

Recordaré las tardes de acuarela en los atardeceres del Cortijo, las puestas de sol en las playas de Santander, la noche bohemia desde las ventanas de un hotel en Praga, el viaje nocturno de aquel barco surcando las aguas del Danubio en Budapest...

Si la literatura tiene algo de excelso, es sin duda la posibilidad de transmitir sentimientos que muy dentro de cada uno de nosotros se liberan gracias al préstamo de autores que se han consagrado a este menester.

¡Que la paleta de tus pintores favoritos me ayude...!
Tendré en cuenta los más de sesenta años de tu vida junto a mí, atendiendome, cuidándome, entregándome lo mejor de tí, aguantando mis impertinentes impulsos.

¿Será eso el amor...?
Te confesaré que eres y has sido mi único amor, que soy consciente de mis carencias en este terreno, que he soñado durante años liberarme de mis obligaciones laborales para dedicarme sólo a tí.

Que ya que he logrado liberarme y pese a que me queda un largo camino por recorrer en esto del amor, quiero dedicarme a tí, comunicarme con tus ideas, entender tus cosas, tus ilusiones, tus pinceladas...Ahora es cuando uno quisiera reunir conocimiento y no precaria capacidad para poder escribirte la mejor carta de amor, posible..


Pero en mi caso, tengo la solución más fiable y me resultará relativamente fácil.

Abriré mi corazón y en él podrás leer, cuanto tú quisieras ver, mi incapacidad para interpretarte hace a veces difícil mí dialogo, por eso aquí me tienes, con el corazón a tu alcance.

Toma de mí, lo que quieras, mira bien, hasta el hondón, verás que aquí no hay dobleces, alguna arruga tal vez, pero nunca apartados ni rincones inaccesibles.

Y con esta carta, quiero que hoy te sientas, objeto de amor, admiración y belleza, que son los sentimientos, que hoy y siempre suscitan las azules aguas de tus ojos en mí...

(FSB)



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